📜 Historia de la Literatura Infantil

 La Literatura Infantil es el conjunto de textos literarios que la sociedad considera aptos para los más pequeños, porque los pueden entender y disfrutar, al igual que los textos que aunque se escribieron pensando en lectores adultos, se adoptaron por lectores más jóvenes (ejemplo Los viajes de Gulliver, La isla del tesoro, El libro de la selva, o Platero y yo).

En la Edad Media no existía una noción de la infancia como periodo diferenciado, por lo que no existe tampoco, una literatura infantil. Eso no significa que los menores no tuvieran experiencia literaria, leían o se les leía silabarios, bestiarios, y las fábulas de Esopo en las que, al existir animales personificados, eran orientadas hacia este público.

Siglo XVII destacan obras sobre fantasía, mitos, leyendas y cuentos, propios de la trasmisión oral en las que recopilan el saber popular mediante la narración por parte de las viejas generaciones a las infantiles. Destacan Charles Perrault con sus cuentos de hadas y Madame Leprince de Beaumont con su Almacén de los niños, donde aparece por vez primera el tema de La bella y la bestia. Se publican, Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift y Robinson Crusoe de Daniel Defoe, relatos de aventuras y adentrarse en mundos imaginados, inexplorados y diferentes.

Siglo XIX siglo de oro de la literatura infantil. Muchos autores editan sus obras con extraordinaria aceptación entre el público más joven. Hans Christian Andersen, Wilhelm y Jacob Grimm y Oscar Wilde en Europa. Pedro Antonio de Alarcón, Gustavo Adolfo Bécquer en España. Las novelas como Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, La isla del tesoro de Robert L. Stevenson, El libro de la selva de Rudyard Kipling, Pinoccio de Carlo Collodi, los folletines de aventuras de Alejandro Dumas (Los tres mosqueteros, El conde de Montecristo...) las escritas por Jules Verne (20.000 leguas de viaje submarino, La isla misteriosa, De la Tierra a la Luna) o Emilio Salgari (El corsario negro, Sandokán); Jack London; las novelas históricas de Walter Scott y sus discípulos: las novelas del oeste de Karl May, las novelas policiacas de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, las novelas góticas o de terror como Drácula o Frankenstein; Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain, entre otras, las que propiciaron un contexto novedoso para la instauración de un nuevo género literario destinado al lector más joven en el siglo XX, donde la ingente producción de LIJ coexiste con las obras del género adulto.

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El libro de Papel Infantil y Juvenil

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